Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

[Automatic translation: EN]
[Traduction automatique: FR]

28 de agosto de 2008

[Argentina] Observatorio de Marxista de Estadística

Al ser objetiva, la realidad es factible de ser cuantificada. Pero el conocimiento de esa realidad es parte de una disputa. El gobierno desde sus organismos y la burguesía desde sus centros de estudios son quienes monopolizan la producción y el análisis de esas mediciones. No se trata tan sólo de la manipulación grosera del Indec, sino de la concepción que está detrás de qué y cómo se mide. Por todo esto, es necesaria una producción independiente de estadísticas. ¿Está bien medida la inflación? ¿Es correcta la tasa de desempleo? ¿Y la medición de la pobreza?¿Qué nuevos índices deben generarse? Son sólo algunas de las preguntas a responder.

El CEICS convoca a economistas, sociólogos, estadísticos y a todo aquel interesado a participar en la formación de su nuevo equipo de trabajo. Los resultados serán difundidos en un boletín bimensual riguroso, pero con un lenguaje accesible. En definitiva, una herramienta científica superadora del conocimiento parcial y manipulado que nos da la burguesía.

Interesados escribir a: observatorio@ceics.org.ar

BIELORRUSIA DICE RECONOCERA INDEPENDENCIA OSETIA Y ABJAZIA

Moscú, 28 de agosto
Bielorrusia se apresta a reconocer la independencia de las regiones separatistas de Osetia del Sur y Abjazia de Georgia, declaró hoy el embajador bielorruso en Moscú, Vasili Dolgolev.

El gobierno de Minsk, aliado de Rusia, apoya la decisión de Moscú, dijo el diplomático y agregó que "el presidente Alexander Lukashenko ofrecerá una declaración al respecto".

El diplomático afirmó sin embargo que Minsk ya anunció su apoyo al paso dado por Rusia esta semana.

Organización de Shanghai apoya papel de Rusia para lograr la paz en Osetia del Sur


Dushambé, 28 de agosto, RIA Novosti. Los países de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), en la declaración aprobada hoy en Dushambé, apoyaron el papel de Rusia para lograr la paz en Osetia del Sur.
"Los jefes de Estado de la OCS aplauden la aprobación en Moscú de los seis principios de arreglo del conflicto en Osetia del Sur y apoyan el papel enérgico de Rusia en asistencia para la paz y la cooperación en esta región", dice el documento, emitido en la cumbre de la OCS.
Los líderes de los países, reunidos en Dushambé, también expresaron su preocupación por el avivamiento de las tensiones en la región y exhortaron a las partes a resolver los problemas existentes a través del diálogo y aplicar esfuerzos para lograr la reconciliación.

http://sp.rian. ru/onlinenews/ 20080828/ 116342971. html

27 de agosto de 2008

Pleno apoyo internacional a las Repúblicas soberanas de Osetia del Sur y Abjasia, trincheras antimperialistas del Caucaso del Sur


Viva la amistad de los Pueblos Soviéticos!!!
Viva la Paz!!!!
Solidaridad con la Federación de Rusia en su combate con la OTAN, el Pentágono y los monopolios imperialistas!!!
Vivan los sectores populares favorables a la reconstitució n de la gran Unión Soviética socialista!!




Bandera de la República Socialista de Transcaucasia que agrupaba a todos los pueblos de Caucaso de 1923 hasta diciembre de 1936 (arriba)


Bandera de la República Socialista Soviética Autónoma de Abjasia de 1990 al 23 de julio de 1992 (abajo).




Pleno apoyo internacional a las Repúblicas soberanas de Osetia del Sur y Abjasia, trincheras antimperialistas del Caucaso del Sur!!

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La vigencia del Manifiesto

Texto de la ponencia de Iniciativa Comunista en el acto sobre el 160 aniversario del Manifiesto Comunista en el Ateneo Republicano de Vallekas.

Francisco García Cediel

LOS ELOI Y LOS MORLOCK

El héroe de la novela The time Machina (la máquina del tiempo), que el joven Wells publicó en 1895, viaja, mediante un artificio mecánico, a un porvenir remoto. Descubre que el género humano se ha dividido en dos especies: Los Eloi, aristócratas delicados e inermes, que moran en ociosos jardines y se nutren de fruta; y los Morlocks, estirpe subterránea de proletarios, que, a fuerza de trabajar en la oscuridad, se han quedado ciegos y que siguen poniendo en movimiento, urgidos por la mera rutina, maquinas herrumbradas y complejas que no producen nada. Pozos con escaleras en espiral unen ambos mundos. En las noches sin luna, los Morlocks surgen de su encuerro y devoran a los Eloi.

Jorge Luis Borges. “El libro de los seres imaginarios”.


En este año se han cumplido 160 años de la publicación de “El Manifiesto Comunista”, emblemático libro-programa redactado por Marx y Engels. Pese a que 160 años no es una cifra tan redonda como por ejemplo 100 ó 200 años, no deja de ser revelador que, salvo la honrosa excepción de un acto organizado por el Ateneo Republicano de Vallecas, quien suscribe estas líneas no tiene conocimiento de la realización este año de eventos para debatir, reflexionar o conmemorar la efeméride de dicho texto.

No es casualidad que el los años de vida del el “Manifiesto” no ha transcurrido un solo día sin que apologistas del vigente sistema productivo, en sus versiones clásica y socialdemócrata, hayan intentado enterrarlo en la obsolescencia y el olvido.

Para abordar la lectura contemporánea del Manifiesto Comunista, un escrito de 1848, caben diversas actitudes:

a) La de hijos devotos, basada en la sacralización del texto como si fuera la plasmación de ideas inmutables. Tal concepción es ajena al pensamiento marxista y supone matar intelectualmente a Marx, ya que el devenir histórico requiere un análisis profundo y sereno.

b) La visión de los detractores de siempre, para los cuales el pensamiento marxista no significa más que otro intento frustrado de ofrecer una alternativa teórica y práctica al liberalismo y a la sociedad capitalista. Alternativa condenada “ab initio” al fracaso ya que según esos autores las premisas teóricas y filosóficas en las que se funda no han correspondido en absoluto a la dinámica y naturaleza de la sociedad moderna.

c) La lectura socialdemócrata en sus vertientes clásica y postmoderna que, si bien parten de un reconocimiento del valor teórico del marxismo como denuncia de las desigualdades sociales, consideran que el desarrollo del capitalismo ha propiciado la posibilidad de reducir o minimizar tales desigualdades, a través de los mecanismos compensadores del llamado “estado del bienestar”, para unos, o por medio del florecimiento y la acción de la “sociedad civil”, para otros.

Por el contrario, el autor de esta alineas propone una lectura desde la contemporaneidad, y, por ende, la vigencia de Marx y del Manifiesto Comunista inspirada en el valor que hemos de conceder a los clásicos y lo que representan realmente en la actualidad. Y decimos que Marx es un clásico en la perspectiva que adopta Norberto Bobbio a la hora de considerar como clásico a un pensador: Bobbio expone que para ser considerado como tal, un pensador debe reunir tres características: debe se considerado como un intérprete de la época en la que vivió, de modo que no pueda prescindirse de su obra si se quiere conocer el “espíritu de la época”; debe ser actual, en el sentido de que cada generación sienta la necesidad de releerlo y al hacerlo brinde una nueva interpretación de él; y debe haber elaborado categorías generales de la comprensión histórica que no se puedan menospreciar al interpretar una realidad incluso diferente de aquella de la que derivó y a la que se aplicó.

En este sentido considero que Marx y Engels y particularmente el manifiesto Comunista reúnen las características para ser considerado un clásico de la política y de la acción revolucionaria, indispensable para quienes abogan por una sociedad sin clases.

Como expresa Engels en el prólogo a la edición alemana de 1883, la idea cardinal del Manifiesto es el Materialismo histórico, según la cual la historia de las sociedades es la de la lucha de clases y en la fase rpesente la clase explotada y oprimida, el proletariado, no puede emanciparse sin emancipar a la sociedad entera de la opresión.

Ahora bien, llegados a este punto cabe hacerse la siguiente pregunta: ¿Tiene el mundo actual algo que ver con el pronosticado por los autores del Manifiesto? Y, a este respecto, si bien reconocen muchos autores que es cierto que la burguesía se forjó un mundo a su imagen y semejanza, utilizando una expresión contenida en dicho texto, no lo es menos que en un medio intelectual y político como el actual, dominado por los sofistas y los adoradores del neoliberalismo y el nihilismo postmoderno, muchos contestarán negativamente a tal pregunta y se centrarán en tratar otros temas como el equilibrio presupuestario o las capacidades de los discursos para generar sujetos sociales, afirmando solemnemente que el marxismo ha muerto.

Como expresa certeramente el profesor argentino Atilio Boron, estas posturas obedecen menos a una actitud antimarxista o a un irrefrenable macarthismo que a la visceral repulsa que la “sensibilidad postmoderna” de nuestros días siente por la teoría y, en general, por todo lo que huela a herencia del Iluminismo. Para el postmoderno las ideas del marxismo son hoy menos combatidas que ignoradas. El Muro de Berlín fue demolido, la Unión Soviética saltó por los aires como consecuencia de una tremenda implosión y el capitalismo parece triunfar por doquier.

Planteada así la cuestión, desde un punto de vista meramente positivista, si las experiencias reales de puesta en práctica de la teoría marxista han fracasado mayoritariamente, el capitalismo globalizado ha triunfado y no tiene sentido indagar en las ideas socialistas.

Pero un análisis detallado más allá de los lugares comunes a los que nos lleva la aplicación del mal llamado “sentido común” del neoliberalismo, nos induce a considerar que, sin ignorar la necesidad de reflexionar sobre los avatares sufridos por lo que podemos denominar primer ciclo de las revoluciones socialistas, nada autoriza a pensar que la tentativa de las masas populares de transformar radicalmente el mundo esté definitivamente acabada de cara al futuro.

La tesis que suscribo es que las causas por las cuales se produjo dicho primer ciclo están hoy en día más vigentes que nunca. Dicho en otros términos, la vitalidad de las ideas socialistas se nutre de la imposibilidad estructural del capitalismo de asegurar el bienestar de las mayorías. En este sentido, hemos de constar que, si se produjeron progresos sociales y políticos muy significativos durante el periodo keynesiano, donde el capitalismo llegó a las más altas cotas de lo que puede ofrecer en términos de derechos civiles y bienestar colectivo, aquello no se debió a la vocación humanista del sistema sino más bien a la fortaleza del movimiento obrero, las organizaciones políticas de izquierdas y el campo socialista tras la derrota del fascismo. Una vez que dichos elementos se debilitan o desaparecen, el supuesto afán democratizador y la sensibilidad social del capitalismo se esfuma como por arte de magia y triunfan las tendencias neoconservadoras que desmantelan los avances logrados en el periodo precedente, con los resultados conocidos de precarización y depauperización creciente de la población del planeta, con efectos especialmente devastadores en la periferia del capitalismo.

Pero, con independencia de lo anterior, aún cuando las más significativas experiencias socialistas hayan fracasado en el siglo XX, no existe ningún elemento serio que permita afirmar que nuevas revueltas o proyectos no hayan de producirse en el futuro. A este respecto la historia de las revoluciones burguesas es muy ilustrativa. Entre los primeros ensayos en las ciudades italianas a principios del siglo XVI y la revolución inglesa de 1688, que se puede considerar la primera revolución burguesa triunfante, pasaron casi dos siglos de intentos fracasados. Si bien se dio un primer ciclo frustrado, más tarde se inició otro de intentos victoriosos. Si las lecciones de la historia tañen como campanas ¿Por qué hemos de suponer que las revoluciones socialistas tendrán un ciclo único, agotado el cual desaparecerán para siempre de la historia? Más bien al contrario, la reestructuración neoliberal del capitalismo está generando en los últimos años propuesta y proyectos en América Latina pero también en Asia que, con sus particularidades y contradicciones, vuelven a hablar de socialismo como proyecto de avance y bienestar.

De alguna manera esta es la tesis del marxista británico John Roemer cuando afirma que el fracaso de un modelo socialista muy peculiar, el modelo soviético “que ocupó un periodo muy corto en la historia de la humanidad” (sic), no significa para nada que los objetivos a largo plazo del socialismo, que se resumen en la construcción de una sociedad sin clases, se encuentren condenados a la imposibilidad de llevarse a cabo. Tal visión es considerada por este autor como “miope y anti-científica” porque confunde el fracaso de un experimento histórico con el destino final del proyecto socialista.

Al contrario, podemos concluir que, si el advenimiento del estado del bienestar, la socialdemocracia y el fin del colonialismo se debieron, en su génesis, a la revolución bolchevique, es la propuesta socialdemócrata la que hace aguas en la actualidad ya que defiende un modelo periclitado.

Además de lo antedicho, el Manifiesto, no siendo una obra de carácter teórico, es el documento fundacional del mayor movimiento de masas de la historia universal, al menos hasta ahora, por lo que, aunque solo sea por curiosidad intelectual, merece la pena asomarse a la lectura de un texto que ha sido apoyado por gentes de todas las razas, naciones y culturas.

Pero el argumento fundamental de su interés y, por consiguiente, de su vigencia, es que los cambios experimentados por el capitalismo en las últimas dos décadas no hacen sino revalidar algunas de sus tesis fundamentales. Y ello es así porque, si en los años 50 y 60 del siglo XX la visión del manifiesto aparecía cuestionada por el capitalismo de posguerra que aparecía dispuesto a construirse con “rostro humano”, a partir de los años 90 se muestra el avance de los rasgos más regresivos de este modo de producción: la consolidación de los monopolios, la degradación del trabajo humano y del medio ambiente, el resurgimiento del racismo y la creciente desigualdad internacional son ejemplos palmarios de la vigencia de los pronósticos de Marx y Engels en 1848.

Así, la restauración neoliberal que sufrimos en la actualidad, al lanzar una brutal ofensiva contra la clase trabajadora, justifica la justeza de la frase del Manifiesto que afirma que el Estado es el Consejo de Administración de los intereses de la burguesía.

A este respecto hemos de detenernos sobre la polémica teoría formulada en El Manifiesto sobre la miseria creciente de la clase obrera. Haciendo un análisis económico global hemos de constatar que la parte del producto Nacional bruto de la clase obrera decae constantemente en todos los países del mundo aunque haya habido periodos en los que ésta, debido a su movilización y fortaleza, hay sido capaz de obtener concesiones importantes. Existe por tanto en términos relativos un declive constante de sus niveles de bienestar respecto a la burguesía. Incluso en el periodo de espectacular auge económico de 1950-73, cuando los niveles de vida de la clase obrera crece en el mundo industrial avanzado, no pasa lo mismo en el mundo colonial y neocolonial. Pero con el tsunami neoliberal el capitalismo se quitó la máscara: Así, en Estados Unidos, entre 1980 y 1996 la proporción de ingresos del 5% de familias más ricas creció del 15,3% al 20,3% del PNB y, en ese mismo periodo, los ingresos del 60% más pobre descienden del 34,2% al 30%.

Tendencias análogas se observan en lo que respecta a la concentración del poder económico en un número cada vez más reducido de inmensas corporaciones, de modo que, en 1998, de las 100 entidades mayores de la Tierra 51 eran corporaciones y solo 49 países. Cuarenta mil agentes económicos en todo el planeta daban cuenta de más de la mitad del comercio mundial de manufacturas y de las tres cuartas partes de los servicios. En Estados Unidos 300 grandes monopolios ejercen el poder sobre el mercado y la economía de ese país, y unos 150 hacen lo propio en el Reino Unido, controlando el 85% de la economía de ese estado.

Todo ello supone que 358 súper millonarios dispongan de los ingresos equivalentes a los de los 2.300 millones de personas más pobres del planeta.

¿PARA CUANDO LA REVOLUCION?

Hemos de referirnos a continuación a la afirmación efectuada por Marx y Engels en 1848 de que la revolución proletaria se produciría a continuación de un breve periodo de dominación burguesa, partiendo de la base de que el dominio de la burguesía había llegado a su límite en Europa Occidental y, por tanto, la revolución era poco menos que inminente.

Haciendo una retrospectiva histórica, hemos de recordar que en 1848, año de la publicación del manifiesto, Europa se agitaba convulsa. En Francia, bajo la restauración monárquica, ardía la llama de 1789, lo que dio lugar a la insurrección de 1848. Pero en el resto de Europa la situación era también explosiva: Insurrección polaca en 1846, victoria de los cantones progresistas sobre los clericales en la guerra civil suiza de 1847, situación insurreccional en Italia frente a la ocupación austriaca, ascenso de las reivindicaciones obreras en Inglaterra (el llamado “cartismo”)…

Unos años después, a la luz del fracaso de la revolución proletaria francesa de 1848, en la admirable introducción de Engels a la obra “La Lucha de Clases en Francia” se sientan las bases para una profunda matización de algunos de los contenidos del Manifiesto sobre aquellas afirmaciones que vaticinaban el próximo agotamiento de la dominación burguesa y la inminencia de la revolución proletaria. Sobre esta cuestión desarrollaría Gramsci en los años 30 del siglo XX unas muy interesantes reflexiones sobre el “estado ampliado” y la “guerra de posiciones”.

Sobre este tema esbozó Trotsky, en su texto sobre el 90 aniversario del manifiesto, que “el error de Marx y Engels en relación con las fechas históricas surgía por un lado de la subestimación de las posibilidades futuras latentes en el capitalismo y, por el otro, de la sobrevaloración de la madurez revolucionaria del proletariado” en 1848, argumentando que la experiencia de la Comuna de París demostró que el proletariado no puede quitarle el poder a la burguesía si no tiene para conducirlo un partido comunista experimentado, aunque luego Trotsky sobrevalora a su vez las posibilidades revolucionarias de su época y de sus partidarios afirmando que en pocos años la organización de éstos será la fuerza revolucionaria decisiva.

ACTUALIDAD DEL MANIFIESTO

Pero con independencia de tales cuestiones, la actualidad del manifiesto se basa sobre todo en que Marx y Engels pronosticaron con una exactitud notable los rasgos fundamentales que habría de caracterizar a las sociedades del capitalismo desarrollado, sobre todo si lo comparamos con las previsiones de futuro que efectuaron los padres del liberalismo, Adam Smith y David Ricardo que, si bien no pensaban que las desigualdades sociales desaparecerían con el desarrollo del capitalismo, queían que lña “mano invisible” del mercado iría lenta pero firmemente elevando de un modo armónico el nivel de bienestar de toda la población. Smith pensaba que los monopolios, a los cuales combatió con todas sus fuerzas , eran un producto del favoritismo y la corrupción de la corona y no una dinámica interna de los mercados, de modo que, si el poder dejaba de intervenir en la economía, éstos se disolverían en una multitud de empresas familiares. Es obvio que el desarrollo capitalista, con la depauperización de las condiciones de vida de inmensos sectores de la población en Africa, Asia y Latinoamérica, pero también el los países centrales del capitalismo, ha sido inclemente con tan idílicos pronósticos.

Todas estas consideraciones nos llevan a la conclusión de que la vigencia en 2008 del Manifiesto Comunista es innegable por más que existan lógicamente elementos que deban ser matizados o modificados a la luz de la experiencia. Los propios autores del texto, en el único prólogo que escribieron conjuntamente, el de 24 de junio de 1872, encaran esta última cuestión afirmando que “Algunos puntos deben ser retocados. Ya el propio Manifiesto advierte que la aplicación práctica de estos principios dependerá en todas partes y en todo tiempo de las circunstancias históricas existentes” y, a este respecto, afirman que la experiencia de la Comuna de Paris ha demostrado que “la clase obrera no puede tomar posesión simplemente de la máquina estatal existente y ponerla en marcha para sus propios fines”.

Por tanto, frente a quienes declaran muerto al marxismo al estilo de Fukuyama, hemos de constatar que la tendencia hacia la pauperización de los trabajadores, el carácter cíclico de las crisis, la naturaleza de clase del Estado, la imposibilidad para el proletariado de conquistar el poder político en el marco de las instituciones burguesas y, por ende, la necesidad de derrocar por la violencia el orden social existente son elementos y conclusiones que derivan de la realidad y de la experiencia.

OMISIONES DEL MANIFIESTO

Mención expresa merecen los temas relevantes no tratados en el manifiesto Comunista, siendo dignos de destacar tres cuestiones: el sexismo, la cuestión ecológica y el problema del nacionalismo. Como primera aproximación, hemos de constatar que dichos temas no estaban demasiados desarrollados en el horizonte de visibilidad de la época, sin que tal afirmación sirva como excusa sino simplemente para contextualizar la crítica situando la elaboración teórica en la realidad histórica.

La cuestión ecológica:

La omisión en el Manifiesto Comunista de toda referencia a la problemática medioambiental es evidente y sobre esta base ha sido lugar común la crítica a marx y Engels por su desarrollismo y por atribuírseles la idea de prometeo de la conquista de la naturaleza.

Sin embargo no es enteramente cierto que tales autores no trataran tal cuestión. Si bien el manifiesto es un texto de agitación y por tanto teóricamente limitado a su finalidad, nos encontramos con que Marx en el primer tomo de “El Capital” efectúa algunas reflexiones sobre la forma en que la producción capitalista socava y deteriora “las fuentes originales de toda riqueza. El suelo y el trabajador” (Capítulo sobre “Maquinaria y Gran industria”) y más adelante afirma en el tomo tercero que “ni siquiera todas las naciones, consideradas simultáneamente, son las dueñas del planeta. Ellas solo lo poseen, son sus usufructuarias, y como boni patres familias deben transmitírselo a las sucesivas generaciones en mejores condiciones que aquellas en que lo recibieron”.

Existen igualmente algunos textos de Marx y Engels donde se reflejan preocupaciones sobre cuestiones como deforestación, contaminación de ríos y mares, calidad del aire, residuos industriales, etc.

Insuficiente si se quiere, pero hemos de constatar que ellos tuvieron una sensibilidad ecológica muy superior a la de cualquiera de sus contemporáneos. Llegados a este punto, hemos de manifestar que priorizar las relaciones de tipo ecológico sobre las relaciones de producción son un error de perspectiva ya que son las relaciones de producción las que median entre sociedad y medio ambiente y las que fijan un modo de relación con la naturaleza. Utilizando un ejemplo de Atilio Boron; si los campesinos de la Amazonía queman la selva, practican unos pocos años la agricultura y luego, cuando se desertifican los terrenos, los abandonan para seguir reproduciendo este ciclo nuevamente, no es porque sean ecológicamente inconscientes sino porque el latifundio y el despojo campesino en Brasil les obligan a ello.

La opresión de la mujer:

Hemos de constatar que el silencio respecto a la opresión de la mujer en el Manifiesto es un hueco lamentable y más en relación al llamamiento a la emancipación completa de la humanidad de postula el texto. Y es tal vez la más grave omisión porque la cuestión sobre la doble jornada de la mujer y el resto de temas que se refieren a la opresión de las mujeres bajo la estructura del patriarcado, al que se refieren los autores en otros textos, no justifican su ausencia en el programa general de la revolución.

No existe más explicación a tan clamorosa carencia que lo que lagunas autoras han denominado la “invisibilidad de lo evidente”, que desgraciadamente se ha reproducido en numerosos textos revolucionarios posteriores y que pone en valor la específica tarea de las revolucionarias de mantener una tensión constante en la elaboración de una teoría y práctica emancipadora que preste atención a la liberación de toda la humanidad.

Sin ánimo de justificar tal omisión en el manifiesto, hemos de recordar que en textos marxistas posteriores el tema comienza a ser objeto de serias reflexiones; en “El origen de la familia, la propiedad privada y el estado” Engels habla de la esclavización abierta o velada de la mujer en la familia. Poco antes August Bebel, en su texto “La mujer y el socialismo” expone la cuestión de género desde una perspectiva marxista.

Modestamente, apuntar tan solo que si bien no cabe la menor duda de que la explotación sexual antecedió por miles de años a la aparición del capitalismo, ello no significa que en la realidad actual la opresión de la mujer pueda agotarse explicándola como un producto de una estructura patriarcal que transciende impertérrita todos los modos de producción.

Dicho en otros términos; es preciso analizar el papel que la opresión de la mujer juega en el modo de producción capitalista, ya que existen algunas tendencias en la actualidad a disocia la emancipación de la mujer de la liberación global de la humanidad. Tal como apuntara Ellen Meiksins Word, el capitalismo puede admitir y promover el “florecimiento de la sociedad civil” y las más variadas expresiones de “lo diferente”, pero hay una desigualdad que es un tabú intocable y que no se puede atacar; la desigualdad de clases. El postmodernismo y el neoliberalismo pueden aparecer como campeones en la lucha por la igualdad en todas las esferas de la vida social, menos en el de las clases sociales. No es causal que el Banco Mundial, guardián del capitalismo planetario, promueva sin pudor programas de desarrollo y fortalecimiento de la sociedad civil, cuando existe una clara tendencia al menos en las sociedades capitalistas centrales a la proletarización de las tareas domésticas (limpieza, ayuda a domicilio, etc.), sin que deba entenderse por ello que el feminismo no plantea serios conflictos a la dominación burguesa.

La cuestión nacional:

El silencio sobre el nacionalismo unido a la descontextualización de la expresión “los trabajadores no tienen patria” contenida en el texto del Manifiesto, ha servido para que diversos autores minimizaran interesadamente la importancia de tal cuestión.

Al contrario, superando el eurocentrismo que impregna el texto y merced al cual se atribuye a la burguesía un cierto papel “civilizador”, la realidad posterior, en la que se puso de manifiesto la influencia del nacionalismo en la clase trabajadora, hace que incluso en la obra posterior de Marx y Engels este asunto sea objeto de una creciente atención.

Lo cierto es que ninguno de los dos podría haberse imaginado la situación que originó la Primera Guerra Mundial, en donde obreros y campesinos se alinearían mayoritariamente con sus burguesías en defensa de la “nación”. Tal horror originó que los autores marxista se pusieran a reflexionar sobre este tema, habiendo al respecto textos de Lenin, Rosa Luxemburgo y Gramsci, entre otros muchos.

El triunfo de la revolución China, en 1949, y el proceso de descolonización pusieron en primer plano la urgencia del tratamiento de la cuestión nacional, siendo más o menos unánime en el marxismo que la cuestión nacional puede adquirir un matiz progresista en países coloniales y semicoloniales.

Más complejo resulta el tratamiento de dicha cuestión en el seno de las estructuras estatales plurinacionales del centro del capitalismo, cuyas contradicciones fueron expuestas en trabajos de Lenin, Conolly, etc.

Podemos decir que, como dice Capella “quien de hecho no tiene patria es el capital”, y la tarea de animar un genuino espíritu internacionalista entre la clase trabajadora debe contemplar la existencia de nacionalidades oprimidas y opresoras, y tratar diferenciadamente ambos fenómenos.

UN TEXTO DE FUTURO

Como expusimos anteriormente, la realidad de nuestros días ha puesto de nuevo en valor al manifiesto Comunista, con la finalidad de lo que supone, un llamamiento a la acción, instando a la clase trabajadora a unirse para poner fin a la prehistoria de la especie humana.

La persistencia del capitalismo, con lo que supone de trabajo infantil, el resurgimiento de las nuevas formas de esclavitud laboral, el tráfico de niños y órganos, la devastación del medio ambiente, los bombardeos sobre ciudades y países, la creciente importancia del crimen organizado en el funcionamiento de los mercados, han dotado de renovado vigor al texto clásico cuyos contenidos son, curiosamente, más actuales que nunca.

Francisco García Cediel - Iniciativa Comunista

Declaración Oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia

Acerca del reconocimiento de Abjasia y Osetia del Sur; exposición de motivos:

Rusia ha reconocido la independencia de Osetia del Sur y Abjasia comprendiendo su responsabilidad por garantizar la supervivencia de sus pueblos hermanos de cara a la política agresiva y chovinista de Tbilisi.

Esta política se basa en la consigna de Zviadi Gamsajurdia proclamada en 1989 “Georgia para los georgianos” que él intentó realizar en 1992 habiendo anulado las autonomías en el territorio georgiano y habiendo emprendido el ataque a Sujumi y Tsjinvali a fin de afirmar con fuerza la ilegalidad administrada. Ya en aquel entonces en Osetia del Sur tuvo lugar el genocidio. Se exterminaba y se desterraba a los osetos. Gracias a las acciones abnegadas de los pueblos que se sublevaron contra el agresor y a los esfuerzos de Rusia se consiguió poner fin al derramamiento de la sangre, concluir los convenios del cese del fuego y crear los mecanismos del mantenimiento de la paz y el examen de todos los aspectos del arreglo.

En 1992 en Osetia del Sur y en 1994 en Abjasia fueron creadas las fuerzas pacificadoras y formadas las estructuras para la asistencia, con la mediación de Rusia, a la consolidación de la confianza y la solución de los problemas de la restauración social y económica y de los problemas del status político. Esas acciones fueron apoyadas por la ONU y la OSCE que se incorporaron al trabajo de los mecanismos correspondientes y enviaron a sus observadores a las zonas de los conflictos.

Los mecanismos pacificadores y negociadores funcionaban, si bien con dificultades, ayudando a aproximar las posiciones y conseguir acuerdos concretos.

No obstante, las perspectivas que se abrían realmente fueron tachadas después de que a finales de 2003 en Georgia Mijaíl Saakashvili ascendió al poder con métodos “revolucionarios” y de inmediato comenzó a amenazar con la solución armada de los problemas suroseto y abjasio.

Ya en mayo de 2004 subdivisiones especiales y de las fuerzas internas del Ministerio del Interior de Georgia entraron a Osetia del Sur, y en agosto Tsjinvali fue cañoneada y se intentó tomar la ciudad. Con la mediación activa de Rusia el Primer Ministro de Georgia Zurab Zhvania y el dirigente de Osetia del Sur Eduard Kokoiti firmaron el protocolo del cese del fuego, y en noviembre de 2004 el documento de las vías de la normalización de las relaciones por etapas.

Tras la muerte enigmática de Zurab Zhvania, estadista juicioso, en febrero de 2005, Mijaíl Saakashvili renunció categóricamente a todos acuerdos.

Ello se refería asimismo a su actitud hacia el arreglo en Abjasia que se basaba en el Convenio del Cese del Fuego y la Separación de las Fuerzas firmado en Moscú el 14 de mayo de 1994. De conformidad con este Convenio en la zona del conflicto georgiano-abjasio fueron emplazadas las Fuerzas Colectivas para el Mantenimiento de la Paz. Asimismo fue instituida la Oficina de la ONU para el Seguimiento en Georgia y fue formado el Grupo de Amigos del Secretario General de la ONU para Georgia.

Tras introducir en 2006 el contingente militar georgiano en el desfiladero de Kodori Superior, violando todos los acuerdos y resoluciones de la ONU, Mijaíl Saakashvili hizo frustrar el progreso en el proceso de arreglo que se vislumbraba en el marco de esos mecanismos, incluida la realización de los acuerdos de Vladímir Putin y Eduard Shevardnadze concertados en marzo de 2003 sobre el trabajo conjunto para el regreso de los refugiados y la apertura de la comunicación ferroviaria Sochi–Tbilisi.

Mijaíl Saakashvili, menospreciando abiertamente los compromisos de Georgia y los acuerdos en el marco de la ONU y la OSCE, instituyó las estructuras administrativas títeres para Abjasia y Osetia del Sur con el fin de enterrar definitivamente el proceso de negociaciones.

Los años del gobierno de Mijaíl Saakashvili fueron marcados por su incapacidad absoluta de convenir, por las provocaciones y simulaciones infinitas en las zonas de los conflictos, los ataques a los pacificadores rusos y por una actitud despectiva hacia los dirigentes de Abjasia y
Osetia del Sur elegidos democráticamente.

Desde que a comienzos de los años 90 debido a actuación de Tbilisi surgieran los conflictos abjasio y suroseto Rusia hacía todo lo posible para contribuir a su arreglo partiendo del reconocimiento de la integridad territorial de Georgia. Rusia ocupó esta posición a pesar de que al proclamarse la independencia de Georgia fue violado el derecho de Abjasia y Osetia del Sur a autodeterminació n. De conformidad con la Ley de la URSS “Del procedimiento de la solución de los problemas relacionados con el abandono de la URSS por una República Federada”, las autonomías dentro de las repúblicas federadas poseían el derecho a resolver independientemente los problemas de su pertenencia a la Unión y de su status legal en el caso del abandono de la URSS por esa república. Georgia impidió a que Abjasia y Osetia del Sur gozaran de este derecho.

Sin embargo, Rusia se atenía consecuentemente a su línea, cumplía de buena fe con sus funciones pacificadoras y mediadoras, procuraba contribuir a los acuerdos de la paz y manifestaba continencia y paciencia de cara a las provocaciones. Tampoco abandonamos nuestra posición tras la proclamación unilateral de la independencia de Kosovo.

Mijaíl Saakashvili puso cruz y raya en la integridad territorial de Georgia agrediendo a Osetia del Sur por la madrugada del 8 de agosto de 2008, lo cual causó numerosas víctimas humanas, incluso entre los pacificadores y otros ciudadanos de Rusia, y preparando un acto análogo
contra Abjasia. Mijaíl Saakashvili, siempre haciendo uso de la fuerza militar burda contra los pueblos a los cuales, tal y como decía, quería ver dentro de su Estado, no les dejó otra opción salvo la lucha por su seguridad y el derecho a existencia a través de la autodeterminació n en
calidad de Estados independientes.

Es dudoso que Mijaíl Saakashvili no entendiera las consecuencias para el Estado georgiano del intento de resolver por fuerza los problemas suroseto y abjasio. Ya en febrero de 2006 declaró en una entrevista: “Yo no ordenaré realizar una operación militar. No quiero que las personas mueran porque la sangre en el Cáucaso ni siquiera es para decenios, es para siglos”. Así que sabía lo que emprendía.

No podemos dejar de mencionar el papel que han desempañado los que consentían todos esos años el régimen militarista de Mijaíl Saakashvili, le suministraban los armamentos ofensivos violando las reglas de la OSCE y la Unión Europea, lo disuadían de comprometerse a no hacer uso de la fuerza y creaban en él el complejo de impunidad, incluso con respecto a sus acciones autoritarias para aplastar la disidencia dentro de Georgia.
Sabemos que en etapas determinadas los auspiciadotes externos trataban de imposibilitar que Mijaíl Saakashvili realizara sus aventuras bélicas insensatas, pero patentemente escapó el control. Es alarmante que no todos han podido sacar las conclusiones objetivas a raíz de la tragedia. Las esperanzas que se vislumbraron de realizar la iniciativa conjunta de los Presidentes de Rusia y Francia del 12 de agosto de 2008 pronto han desaparecido cuando Tbilisi, en rigor, rechazó esta iniciativa, y los defensores de Mijaíl Saakashvili anduvieron tras su hilo. Más aún, en EE.UU. y en algunas capitales europeas a Mijaíl Saakashvili le prometen prestar protección de parte de la OTAN, llaman a rearmar el régimen de Tbilisi y ya comienzan a suministrarle armas. Es una invitación directa a las nuevas aventuras.

Teniendo en cuenta el llamamiento de los pueblos suroseto y abjasio, los Parlamentos y Presidentes de las dos Repúblicas, la opinión del pueblo de Rusia y la postura de ambas Cámaras de la Asamblea Federal, el Presidente de la Federación de Rusia decidió reconocer la independencia de Osetia del Sur y Abjasia y concluir con ellas los tratados de la amistad, la cooperación y la ayuda mutua.

La parte rusa, al tomar esta decisión, se apoyaba en las disposiciones de la Carta de la ONU, el Acta Final de Helsinki y otros instrumentos básicos internacionales, incluida la Declaración de 1970 de los Principios del Derecho Internacional Referentes a las Relaciones Amistosas entre los
Estados. Es necesario subrayar que de conformidad con dicha Declaración cada Estado debe abstenerse de las acciones violentas que privan a los pueblos de su derecho a autodeterminació n, la libertad y la independencia, respetar en sus acciones el principio de la igualdad de derechos y la autodeterminació n de los pueblos y tener el Gobierno que represente a todo el pueblo que habita dicho territorio. No cabe duda de que el régimen de Mijaíl Saakashvili no corresponde de ninguna manera a esas normas altas establecidas por la comunidad mundial.

Rusia que alimenta los sentimientos sinceros de la amistad y la simpatía hacia el pueblo georgiano está segura de que tarde o temprano el pueblo georgiano hallará a dirigentes dignos que podrán cuidarse verdaderamente de su país y fomentar las relaciones mutuamente respetuosos, equitativos y de buena vecindad con todos los pueblos del Cáucaso. Rusia estará dispuesta a contribuir a ello con todos los medios.

Más provocaciones de la OTAN contra Rusia

BUQUES DE GUERRA DE LOS EE.UU. Y DE LA OTAN EN EL MAR NEGRO

Después de los Balcanes y el Medio Oriente, ahora los EE.UU. quieren echar sangre en el Cáucaso y mandaron dos buques de guerra al Mar Negro. Turquía dio permiso que los buques de guerra, que supuestamente fueron enviados con el fin de "ayudo humano" por Georgia, pasan el bósforo y así mostró una vez más que es cómplice de los EE.UU.

El 23 de agosto, la ESP organizó una acción de protesta contra los buques de guerra de la OTAN pasando el bósforo. En la marche de Estambul Taksim a Dolmabahce (el lugar donde la juventud de 1968 bajo el liderazgo de Deniz Gezmis tiró al mar los soldados de la sexta escuadra yanqui) la ESP recordó la acción contra la sexta escuadra y la renuncia del parlamento del 1 de marzo. Los activistas de la ESP llevaron una pancarta diciendo "Fuera la escuadra yanqui. Yanqui go home" en la marcha y subrayaron la fraternidad de los pueblos del Cáucaso y la protesta contra las guerras imperialistas con las consignas gritadas durante la acciónsubrayaron la fraternidad de los pueblos del Cáucaso y la protesta contra las guerras imperialistas con las consignas gritadas durante la acción.

Declaración del Comité Ejecutivo del PCBM

Sobre el conflicto en el Cáucaso

A los doce días de la orden del presidente georgiano Saakashvili de atacar brutalmente Osetia del Sur, el gobierno de la República Checa emitió su declaración sobre la tragedia caucásica. Esta declaración ha vuelto a confirmar que el gobierno de coalición de partidos de derecha – de manera similar a como se hizo la firma de un acuerdo sobre la instalación de una base militar estadounidense o el reconocimiento de los separatistas de Kosovo – actúa contra los intereses de nuestro país.
La actitud del gobierno checo es inaceptable y parcial. El hecho de que la ayuda humanitaria se dirigiera sólo a Georgia y no a Osetia del Sur, donde se han producido la mayoría de las bajas y pérdidas materiales, evidencia los prejuicios y la doble vara de medir. Los análisis parecidos de la mayoría de los medios de comunicación confirman que los medios a menudo se convierten en herramientas de manipulación política. Al mismo tiempo, los ataques a la equilibrada y, dada la situación actual, a la vez valiente posición del Presidente de la República Checa, Klaus, muestran que la suertea de las naciones caucásicas es ajena a nuestro gobierno, así como a algunos medios; se unen con gusto a los cínicos juegos geopolíticos.
Recordamos que los parlamentarios del Partido Comunista de Bohemia y Moravia ya avisaron en 2005, y en repetidas ocasiones en 2006, en sus preguntas parlamentarias al Primer Ministro, sobre el hecho de que el gobierno checo podía amenazar la frágil paz en esa región al enviar tanto armas como munición a Georgia. En ambos casos, nuestras posturas fueron rechazadas.
Llamamos al Gobierno de la República Checa a reevaluar su actitud hacia la guerra en el Cáucaso.

Como estado que ostentará la presidencia de la Unión Europea, nuestro país debe dejar claro que no apoyará la integración de Georgia en ningún grupo mientras su gobierno esté comprometido en políticas aventureras basadas en un nacionalismo primitivo. La representació n política de Georgia debe probar mediante los actos, y no mediante las palabras, la devoción a los valores europeos de paz y justicia social.
El gobierno de la República Checa debería apoyar la idea de crear una corte internacional que investigue los crímenes cometidos en Osetia del Sur durante el ataque del ejército georgiano el día que comenzaron los Juegos Olímpicos.
El gobierno de la República Checa ha de dejar claro su apoyo al plan de seis puntos del Presidente francés Nicolas Sarkozy. Este plan no sólo representa la salida al presente conflicto militar, sino también una posibilidad de establecer unas relaciones entre las naciones caucásicas basadas en la paz y la cooperación.

Al mismo tiempo, el Partido Comunista de Bohemia y Moravia llama a todos los ciudadanos a expresar su desacuerdo con la irresponsable política de los partidos de derecha gobernantes en las elecciones regionales y al Senado de este otoño.

Praga, 22 de agosto de 2008.

Bolivia: COMUNICADO DE LA ALIANZA REVOLUCIONARIA ANTIIMPERIALISTA

La Alianza Revolucionaria Antiimperialista frente a la situación política posterior al referendo revocatorio del 10 de agosto

CONSIDERA:

Que el triunfo indiscutible del pueblo boliviano es desconocido por la derecha reaccionaria y fascista. Ésta, ha caído en un verdadero estado de desesperación que la induce a cometer actos cada vez más reñidos no sólo con la democracia, las leyes vigentes, sino hasta con la moral. La extrema derecha está cada vez más al margen de la ley e impulsando una inocultable escalada de violencia.

La derecha y el fascismo no toleran que el "Sí por el cambio, por la profundizació n del proceso y por Evo" se hubiera incrementado de manera tan contundente. Ese incremento ha significado casi 16 puntos por encima de los obtenidos en las elecciones generales de diciembre del 2005; ha significado que el SÍ triunfe virtualmente en 6 departamentos y que de 116 provincias que tiene el país, hubiera ganado en 96 de ellas.

La derecha en su afán de torpedear el referendo ha acudido a procedimientos inmorales como el instigar el movimiento de los minusválidos a quienes han dirigido impostores y sujetos con amplio prontuario. En el día mismo del referendo ha agredido, con sus grupos fascistas, a médicos y maestros cubanos con insostenibles acusaciones de intromisión intentando, al fin, sabotear el curso de la consulta popular, sin éxito.

La extrema derecha reacciona airadamente contra la repercusión internacional que ha tenido esta histórica victoria. Consolida el proceso de "giro a la izquierda" en América Latina y es un golpe duro a los 2 únicos gobiernos conservadores (Colombia y Perú) y al propio imperialismo que pierde posiciones, aunque su agresividad se incrementa. El reconocimiento internacional se refleja claramente en el comunicado expedido por el Grupo de Río de Janeiro, aplaudiendo el ejemplar comportamiento del pueblo boliviano y el aplastante respaldo al sistema democrático encarnado por el gobierno del Presidente Morales.

Después del referendo han continuado los actos de violencia que se demostraron en el ataque a sectores de la población que no respaldan sus paros subversivos y han llegado a una inaudita agresión a la Policía Nacional y a periodistas, todos ellos brutal y despiadadamente vejados y maltratados.

ARA considera que ha llegado la hora de poner coto a los desmanes de la extrema derecha y del fascismo oriental y debe aplicarse de inmediato las leyes que sancionan los actos delictivos que denunciamos.

ARA considera que las acciones de la extrema derecha están dirigidas a la división del país una vez que sufrió el rechazo en las urnas y ha fracasado en sus planes subversivos. Por ello, la tarea central de todos los patriotas, sin distinción de clase, de región o de cultura y credo es organizarse para la defensa de la unidad nacional.

El pueblo boliviano debe prepararse orgánica y resueltamente para esa defensa, pues está superabundantemente probado que la derecha, instrumentada y apoyada por el imperialismo no quiere diálogo ni acuerdo alguno con el gobierno de Evo. Prefiere ver correr sangre y destruir Bolivia antes que perder sus privilegios.

Afortunadamente el último referendo ha probado que la cúpula dirigente de la extrema derecha, es una ínfima minoría que, con todo su poderío económico y la campaña mediática, apenas lleva detrás de sí a menos de un tercio de la población confundida y mal orientada con su venenosa prédica.

Ara convoca al pueblo a unirse, a los movimientos sociales a organizarse para la defensa de la Patria; a los partidos políticos que se reclaman del campo progresista y patriótico a coordinar sus esfuerzos a la brevedad posible en la cruzada de salvar la Patria Boliviana.

Alex Aranda Edgardo Vásquez Marcos Domich
COMISIÓN SOCIAL, MOVIMIENTO POPULAR ENDOGENO; PARTIDO COMUNISTA DE BOLIVIA,


Jorge Echazú
Fortunato Esquivel
Hugo Vaca
PARTIDO COMUNISTA (mlm); PARTIDO SOCIALISTA, PARTIDO SOCIALISTA-1,


Hugo Rodasdas Pedro Medina
PARTIDO SOCIALISTA DEMOCRÁTICO PS (MOVIMIENTO GUEVARISTA.)

Juan Carlos Alvarado
p. INDEPENDIENTES DE IZQUIERDA

La Paz, 20 de agosto de 2008.

La sombra de la sospecha

Comunicado de Iniciativa Comunista

El pasado viernes día 22 de agosto a las 7 de la tarde en la Madrileña Plaza de Conde de Casal, un conocido activista de izquierdas sufrió un intento de agresión por parte de tres personas encapuchadas que le estaban esperando en un vehículo cuando se dirigía a trabajar :: ¡De día uniformados, de noche incontrolados!

Este era un grito que se profería con harto frecuencia en la transición para poner de manifiesto las conexiones, connivencias e incluso coincidencia físicas entre los “incontrolados” fascistas y los miembros de los llamados “Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado”. En esos años, los pocos procesos judiciales que se celebraron frente a los asesinatos fascistas (aunque la mayoría fueron impunes) ponían de manifiesto dichas conexiones. Cabe recordar la matanza de abogados laboralistas de C/Atocha, el asesinato del diputado de HB José Muguruza y el de la inmigrante dominicana Lucrecia Pérez, por poner ejemplos de Madrid.

En los tiempos actuales se observa un recrudecimiento de la actividad de los grupos fascistas y neonazis que han abandonado la violencia indiscriminada para empeñar a elegir acciones selectivas, como son los asaltos a sedes de organizaciones de izquierdas, centros sociales ocupados, etc, que gozan de una más que sospechosa impunidad.

En el caso más benévolo, el silencio cómplice de las instituciones ante estas agresiones y la falta de actividad investigadora por parte de la policía frente a agresiones como la que estuvo a punto de incendiar el Centro Social Ocupado, La Traba, en Madrid, denotan una notable diferencia de rasero frente a la labor investigadora y represora de actividades que, con otras motivaciones, se dan en otros lugares del Estado Español.

Pero la sospecha se acentúa ante casos como el acaecido el pasado viernes día 22 de agosto a las 7 de la tarde en la Madrileña Plaza de Conde de Casal, en la que un conocido activista de izquierdas sufrió un intento de agresión por parte de tres personas encapuchadas que le estaban esperando en un vehículo cuando se dirigía a trabajar y que le atacaron advirtiéndole que “se la estaba jugando” por su actividad política.

Aunque afortunadamente nuestro compañero pudo huir a la carrera, las circunstancias del caso son particularmente reveladoras; ¿Cómo le reconocieron cuando no llevaba en la ropa ningún motivo o distintivo que denotara sus posiciones de izquierdas? ¿Cómo sabían que iba a pasar por ahí a esa hora para dirigirse a su trabajo? ¿Qué sensación de impunidad tenían cuando se atrevieron a salir con pasamontañas, en pleno mes de agosto, en una plaza que es muy transitada a esas horas? Demasiadas coincidencias e interrogantes para no contemplar sinistras hipótesis.

Aunque no tenemos pruebas para afirmar la existencia de una mano negra parapolicial, de las que tenemos múltiples precedentes en nuestra historia más reciente, GAL incluido, lo cierto es que estamos asistiendo a una estrategia coincidente en la que la Delegación de Gobierno prohíbe movilizaciones antifascistas y en defensa de la convivencia entre los nuevos y antiguos vecinos, mientras judicialmente se reprime a manifestantes y personas que expresan protestas contra la monarquía, y los grupos nazis atacan a las gentes y sedes de izquierda y alternativas en la más absoluta impunidad, exhibiendo modos paramilitares, en un intento de reprimir toda muestra de contestación al sistema.

Debemos denunciar tales hechos y exigir al estado que despeje con los hechos tales incógnitas, cesando en la represión policial y judicial contra los movimientos sociales y procediendo contra las actividades y agresiones nazifascistas. De lo contrario, la sospecha se convertirá en certeza.

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24 de agosto de 2008

Necesidades de cambio en la izquierda mundial ante la nueva política exterior rusa

Diego Herchhoren

Una vez que parece haber concluido un nuevo episodio de guerra informativa del imperialismo yanqui contra el espacio post soviético, merece la pena en la izquierda mundial hacer una reflexión ante el nuevo cariz que la política exterior rusa está tomando en el mundo, y la reactivación de este país como sujeto internacional tras las políticas de asimilación económica, política y cultural que presidieron los gobiernos de Boris Yeltsin, que formaban parte de la agenda que el Pentágono aplicó colocando al frente de la Federación Rusa a uno de sus hombres.

Tal y como expresó la obra maestra cinematográfica de Sergio Einsestein Alejandro Nievski, Rusia ha sido un Estado que desde su fundación ha estado a expensas de agresiones militares, invasiones y provocaciones de los caballeros teutones, de los Estados pontificios, del fascismo alemán y del imperialismo yanqui, en un recorrido que ha durado siglos y que ha marcado el carácter del mayor Estado del planeta.

Las diferentes autocracias zaristas, salvo excepciones que comentaremos más adelante, lejos del pensamiento dominante acerca de que formaron parte de la defensa del territorio ruso, formaron parte sin embargo de esa ancestral política de saqueo forjada gracias a varios siglos de brutal opresión contra su propio pueblo. El mejor exponente de esta trayectoria es el actual territorio gringo de Alaska, que en 1867 fue vendido a los EE.UU. por 7,2 millones de dólares.

En definitiva partimos de un Estado que nace en sus orígenes como elemento defensivo contra las invasiones europeas y las cruzadas. No es casualidad que la “Historia sagrada” califique a las tribus fundadoras del futuro Estado ruso como tribus bárbaras y sangrientas, atrasadas y crueles. El fundador del Imperio mongol y probablemente el más conocido Gengis Khan, se le atribuyó una de las frases más elocuentes acerca del carácter que determinó el nuevo Estado “Nos defenderemos levantando un muro con los huesos de los invasores”(Fuente: Marco Polo).

“Un gigante con pies de barro”

Pedro I “El Grande”, uno de los rusos mejor valorados en recientes encuestas, fue uno de los primeros estadistas rusos que consideró que para hacer frente a la agresión permanente y que durante siglos mantuvo una periodicidad bastante regular, era necesario llevar a cabo un proceso de modernización e industrializació n que llevó a Rusia en pleno siglo XVII a muchos especialistas y técnicos europeos para modernizarse y convertirla, entre otras cosas, en una gran potencia marítima.

Pero la dinastía Romanov no siguió tal trayectoria inaugurada por Pedro I. Es más, llevó a cabo una política de dependencia estratégica de los países centrales y se convirtió en un Imperio cliente de sus enemigos ancestrales. La aniquilación, anexión forzosa y asimilación de sus pueblos limítrofes tenía un sentido no para los intereses de la clase dominante rusa, sino para los incipientes Estados imperialistas de Europa Central y Gran Bretaña. El título de este epígrafe es una frase atribuida a Napoleón, sin que el autor de este artículo pueda confirmarlo.

Por esto mismo el Imperialismo Ruso siempre se configuró como un imperialismo dependiente y que funcionó mientras los intereses de las grandes potencias europeas así lo acordaban. El pueblo ruso aquejaba su aislamiento y fue forjándose durante siglos una conciencia patriótica que, entre otras cosas, consideraba a la autocracia zarista como enemigo de primer orden, y no fueron pocos los movimientos políticos y revolucionarios que con amplio apoyo popular planteaban las necesidades de cambio. Hasta la Gran Revolución Socialista de Octubre, todos los intentos anteriores fueron aplastados con enormes baños de sangre.

La I Gran Guerra

Las enormes contradicciones que surgieron en Europa central en función del reparto de las colonias fueron las desencadenantes de una Guerra en la que el nuevo Imperio alemán reivindicaba un papel central que el resto de potencias negaban. El conflicto bélico que comienza en 1914 pone en evidencia el carácter subsidiario que el Imperio ruso tiene respecto a los países centrales, así como del resto de monarquías blancas de Europa Central. Aunque la descomposició n de la autocracia zarista comienza antes, con el primer gran varapalo en la Guerra del Japón, donde Rusia perdió importantes enclaves en Océano Pacífico.

En definitiva, debemos quedarnos con la idea de que el Imperio ruso se mantuvo en función de los intereses de las grandes potencias, y fue precisamente la reorientación estratégica de éstas la que determinó el principio del fin de su dominio militar. Unas potencias que estaban en guerra por el control de buena parte del mundo terminó de aislar al Estado ruso, y es en esas condiciones en el momento en el que se produce el gran salto político que pone al pueblo ruso en el primer orden de la escena internacional: la revolución bolchevique.

El primer Estado obrero triunfante

Las consecuencias de la Gran Revolución Socialista de Octubre tuvieron una gran importancia no solo en función de los cambios que vendrían después, sino que el pueblo ruso adquiere la conciencia de que su papel en el mundo se ha restablecido y ahora el nuevo régimen pasa a ser un agente activo en toda la humanidad. Los propios bolcheviques son conscientes de ello y advierten que la experiencia de Rusia y de los pueblos que la integran deberá servir a todos los pueblos del mundo para luchar contra el yugo del capital y del incipiente fascismo.

Y así fueron las consecuencias. Ante estos acontecimientos, Rusia(ahora ya Unión Soviética) vuelve a ser agredida como en siglos anteriores. Una Santa Alianza de países menores comienzan toda una serie de provocaciones y agresiones militares, desencadenan guerras civiles en el interior y varios territorios se rebelan contra el poder soviético armados por el Imperialismo alemán y exigiendo su “autodeterminació n”. Las milicias de “basmaches” (milicias fascistas que reagruparon a antiguos militares zaristas y que fueron armadas y financiadas por las potencias europeas) operaron hasta bien entrados los años 30, con el objetivo de llevar la inestabilidad al pueblo soviético y forzar a declarar el Estado de guerra permanente, que desde entonces se prorrogó hasta el fin de la Segunda Gran Guerra.

Toda la Dirección del PCUS, con Stalin a la cabeza, comprendió que estas provocaciones y el rearme alemán solo podían tener como consecuencia una nueva agresión bélica contra la URSS. Matanzas de ganado, quema de cosechas, sabotajes al ferrocarril, atentados contra funcionarios y dirigentes del Partido Comunista pusieron sobre la mesa la necesidad de dotar al Ejército Rojo de una estructura fuerte y a la vez, la necesidad de industrializar y mejorar las precarias comunicaciones de la URSS. Eso conllevó enormes flujos migratorios dentro de las propias fronteras soviéticas. Quedaba patente de nuevo la situación que había afectado a Rusia durante siglos, se aproximaba una nueva guerra de agresión, y por tanto, había que defenderse.

Ello no fue un óbice para que la URSS llevara a cabo la solidaridad internacionalista con otros pueblos que estaban llevando a cabo una guerra de liberación. El mejor ejemplo fue España, donde el Ejército Popular de la República solamente obtuvo ayuda militar y humanitaria soviética y mejicana. Es más, el llamado Comité de No Intervención formado por varias potencias centrales también se encargó de boicotear la ayuda al pueblo español contra el fascismo, impidiendo el paso por sus territorios de la ayuda necesaria para hacer frente al Ejército fascista, con sus aliados nazis alemanes e italianos.

Las consecuencias de la Guerra y cambios en la política exterior

A pesar de la victoria soviética contra el fascismo, la URSS acogió un saldo de víctimas de casi treinta millones de muertos y un país destrozado. Hoy, habiendo pasado más de sesenta años desde el fin de la guerra, todavía el pueblo ruso no se ha curado de las heridas de aquella agresión.

Con el fin de la guerra, la URSS y el PCUS ganaron un enorme prestigio internacional entre los trabajadores y pueblos del mundo, y su avance en Europa equilibraba las fuerzas populares a una altura considerable. La cooperación internacional no se cortó nunca, y en ese sentido, la URSS siguió jugando un papel activo en la política mundial.

Pero un inesperado giro en la dirigencia del Partido Comunista de la Unión Soviética a partir de 1956 y una “desestalinizació n” no solamente supusieron cambios internos en la estructura política, también lo fue en la política exterior. Con esta “desestalinizació n” la URSS renunciaba a jugar un papel activo en los procesos de liberación de los pueblos del mundo, y aunque su cooperación militar y humanitaria con éstos siguió brindándose, se sentaron las bases para un proceso paulatino de restauración del capitalismo en Rusia.

La URSS procuró no llevar el conflicto entre dos sistemas antagónicos a su máxima expresión, y se fue forjando una nueva élite que procuraría su liquidación. La URSS no jugó un papel imperialista a partir de 1956, pero su política exterior giró en torno a las necesidades que surgían en la órbita soviética en cada momento. La URSS, contrariamente a lo que se suele leer, no invadió pueblos, no practicó genocidios y sus relaciones bilaterales estuvieron presididas por la necesidad del mantenimiento de la estructura existente y evitar, ante todo, un enfrentamiento directo con los EEUU y el bloque militar de la OTAN.

Además, la estructura dirigente, se da cuenta de que para poder competir en condiciones de igualdad con los EEUU hay que liberarse del yugo del poder soviético. Hay que llevar a cabo una profunda “reforma” que restaure la propiedad privada y equipare a Rusia al modelo neoliberal, “reforma” que llevó adelante el último presidente soviético Miguel Gorbachov y el liquidador de la URSS Boris Yeltsin.

Ahora Rusia ya era un país capitalista con miras a ejercer una tutela imperial. El primer ejercicio imperialista de los dirigentes de la “Nueva Rusia” encabezados por Yeltsin fue contra su propio pueblo al que le robaron poderosas empresas y consorcios públicos, suprimieron su histórica legislación laboral, suprimieron los servicios públicos y se quedaron con ellos. Se disolvió el COMECON (Mercado Común de Ayuda Mutua), organismo puntero en la solidaridad internacional entre los pueblos en lucha. Se abandonó la cooperación médica con África, Asia y América Latina, facilitando el regreso de gobiernos reaccionarios. Se disolvió el Pacto de Varsovia, único mecanismo de autodefensa frente al carácter agresivo de la OTAN. El balance final fue EEUU/UE 10-0 Rusia/URSS.


El capitalismo en su apogeo


Rápidamente los pueblos del bloque socialista y del mundo entero sufrieron la magnitud de la caída de la URSS. La magnitud política y la magnitud humanitaria. El pueblo Yugoslavo supo rápidamente el carácter de las “democracias” occidentales y de la OTAN y de cómo sus históricos lazos de unión con el pueblo ruso se rompían porque sus dirigentes se besaban en la boca con los dirigentes capitalistas.

Yeltsin fue el elemento que pretendió asimilar al modelo norteamericano la política rusa y fue el exponente más nefasto de la restauración del capitalismo. Desprestigio internacional, saqueo de las arcas públicas, depuración del Ejército y terrorismo de Estado fueron la nota dominante.

Sin embargo, este proceso no contentó al bloque militar de la OTAN. Este organismo, a través de sus embajadores de la OSCE(Organizació n para la Seguridad y la Cooperación en Europa) facilitó el acceso de antiguos fascistas a los gobiernos del antiguo bloque del Este. Facilitaron la partición territorial de sus países y colocaron sus bases militares en torno a las fronteras rusas. Su objetivo era evitar que el gigante ruso comprendiera su poder económico y político, y ello suponía una ofensiva militar y otra política.

La ofensiva militar consistió en los ataques y la represión a los enclaves de mayoría rusa de Ucrania, Estonia, Letonia, Lituania, Georgia y otros países limítrofes. También había que facilitar el estallido de conflictos internos dentro de las propias fronteras rusas, como el de Chechenia, donde nunca existieron problemas de carácter religioso hasta una vez disuelta la URSS.

La ofensiva política consistió en la financiación de partidos reaccionarios y de “magnates” pro yanquis dentro de Rusia. Asimismo, la manipulación mediática, con la Agencia REUTERS a la cabeza, consistió en supuestas imágenes de bombardeos o de la “represión rusa”. La intención era demostrar al mundo el carácter “peligroso” y “mafioso” de Rusia. La guinda la puso el comerciante/ escritor Frederick Forsyth con su obra “El Manifiesto Negro” donde un Presidente electo ruso tenía planes secretos para llevar a cabo un proceso parecido al de la Alemania Nazi y donde el mundo entero tiene que intervenir para aplastar este peligro contra la humanidad. La lista es bastante larga.


Reactivación del papel de Rusia en el mundo


Una parte de la fracción dirigente rusa comienza a darse cuenta de que para poder ampliar su participación mundial en el proceso productivo, debe restaurar un proyecto político propio y no el modelo de asimilación que hasta ahora se había mantenido. Era preciso restaurar el poder industrial y tecnológico para reivindicar su papel, entre otras cosas, porque sigue habiendo una concepción generalizada entre el pueblo ruso de que éste volverá a ser agredido. Es necesario formar nuevos puentes de cooperación con los pueblos más pobres presentándoles una oferta asumible, sin contrapartidas políticas y sobre todo, más justa que el modelo yanqui.

En política interior, ha habido un enorme aumento de la popularidad del tándem Putin/Medvedev, la renta industrial supera desde 2006 a la renta proveniente de la extracción de gas y petróleo, hay un aumento general del nivel de vida y hay una tasa de crecimiento del empleo que está generando muy buenas expectativas de crecimiento económico. Además, la renta tecnológica es ahora un exponente de estos cambios, la producción con matrices propias y la innovación en materia de informática y telecomunicaciones es enorme.

El establecimiento de relaciones comerciales e inversiones en África, Asia y América Latina es el principal exponente de esta nueva política exterior. Asimismo, la creación de un canal ruso internacional en varios idiomas(próximamente también en castellano) llamado Russia Today está minando el poder del imperialismo de la UE y de los EEUU en el mundo.

Esta es en consecuencia la mayor preocupación del imperialismo, que acuciado por una crisis económica estructural solamente puede hacer frente militarmente a la amenaza rusa.

La agresión al pueblo de Osetia del Sur

La descarada agresión militar georgiana, con apoyo de la OTAN, a Osetia del Sur ha sido la expresión más criminal del pelele Shakasvili. Casi 1600 civiles muertos y Tsjinvali, la capital de esta región, prácticamente devastada.

Este Estado únicamente reconocido por Rusia, junto a Abjasia, ambos de mayoría rusa, quedaron bajo las fronteras de Georgia tras la partición de la URSS. Tras varias agresiones georgianas, se estableció una fuerza de paz rusa convenida por todas las partes y se visibilizaría en un futuro próximo la posibilidad del debate en Naciones Unidas acerca de la intención de su pueblo de proclamar su independencia transitoria hacia una unificación con Rusia.

Esta agresión, planeada por Georgia con ayuda de la OTAN el pasado año, según fuentes militares rusas, se hace en el momento de mayor crisis interna del Presidente Georgiano Shakasvili, con dudosa legitimidad interna y acuciado por los conflictos sociales, el aumento de la pobreza y el alineamiento pleno junto a los EEUU.

Ante esta agresión, el Gobierno de la República de Osetia del Sur pide auxilio al Gobierno Ruso. Rusia responde afirmativamente y envía una poderosa columna de su ejército para repeler la agresión georgiana. Esto incluye la destrucción selectiva de sus polvorines y el desarme de sus tropas.

Georgia lleva a cabo su agresión violando todas las convenciones internacionales sobre la guerra. Viola un acuerdo tomado días antes entre los gobiernos ruso y georgiano y lleva a cabo una operación que tiene como objetivo restablecer el estado de guerra en la región y la anexión forzosa de un territorio en disputa.

La operación, aparte de criminal, no pudo resultar más perjudicial para la OTAN. El Gobierno de Medvedev supo repeler en pocas horas la agresión y ha ganado prestigio no solo entre el pueblo de Osetia del Sur y Rusia, sino también dentro de Georgia, donde el fracaso de esta guerra ha puesto en peligro futuros acuerdos militares entre su gobierno y la OTAN ante la proximidad de Elecciones Presidenciales.

La respuesta rusa, que ha cumplido escrupulosamente todos los acuerdos, supone un paso de respuesta al operativo agresivo del mando militar de la OTAN y comienza a forjar, nuevamente, un nuevo escenario de contienda entre ambos bloques.

A día de hoy y como conclusión, y con el conocimiento de lo que supone para los pueblos del mundo, que han establecido acuerdos económicos y de cooperación más justos con Rusia, la derrota rusa solamente puede ser beneficiosa para consolidar el papel genocida de los EEUU en el planeta y además, repite la historia que Rusia ha vivido desde su fundación como Estado

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Lo que todos los comunistas deberían ignorar sobre la crisis económica

Juan Manuel Olarieta Alberdi

Para ser convincente con un artículo hay que empezar de una manera pedante, a ser posible dando cifras y tratando de que el lector no entienda casi nada. Cuando un solo lector entiende un artículo es porque el autor ha incurrido en el apestoso dogmatismo.

Yo no soy dogmático, así que tengo que empezar diciendo que los índices bursátiles siguen desplomándose. En lo que va de año el Ibex35 acumula un descenso del 25 por ciento, la cuarta parte. En agosto se ha situado en los 11.335 puntos, sólo un poco por encima del mínimo anual, fijado en julio en 11.151 puntos. No obstante, es muy posible que baje hasta ese nivel a corto plazo.

¿Qué pasará entonces? En Estados Unidos ya se habla de nacionalizar a los gigantes de financiación hipotecaria, Freddie Mac y Fannie Mae, un país donde la palabra “nacionalización” suena a soviet. Pero con la bolsa ya no hablamos de una crisis sectorial, del ladrillo, ni de empresas concretas. Simplemente es posible que el gobierno del PSOE tenga que intervenir la bolsa o incluso cerrarla. ¿Por qué los comunistas no exigimos su cierre definitivo? Si ellos nacionalizan algunas empresas con el dinero de los obreros, ¿por qué nosotros no exigimos la nacionalización de todos los medios de producción con el dinero de la burguesía? Si ellos redactan planes contra la crisis, ¿por qué nosotros no exigimos el poder para redactar planes quinquenales de toda la economía?


O lo que es lo mismo, ¿por qué los comunistas no somos comunistas y no exigimos el socialismo? ¿Por qué no decimos que esa es la única salida a esta crisis?


En la economía real, la recesión económica coincide con persistentes tensiones inflacionistas, que no aflojan a pesar del abaratamiento del petróleo en las últimas semanas. Prueba de ello es que los precios industriales en tasa anual crecieron casi un 10 por ciento. La combinación de recesión con alta inflación es uno de los peores escenarios económicos que los capitalistas podían imaginar.

Ahora caigo un poco en el dogmatismo demagógico y añado: en España sólo en un año tenemos 621.600 obreros más en el paro. Los capitalistas nunca imaginaron que la crisis fuera tan rápida, que el capitalismo se desplomara en caída libre como lo está haciendo. Nadie nos ha explicado todavía los motivos de esta velocidad con la que se está propagando la crisis. No sólo la crisis, sino tampoco la velocidad de la crisis.

Un tópico típico del momento: los índices de morosidad se disparan. ¿No hay dinero? Sí hay dinero, y mucho, pero lo monopolizan unos pocos y no saben dónde invertirlo porque la crisis es general. La sobreproducción es también sobreproducción de capital. ¿Por qué no les quitamos su dinero a ese puñado de medrosos monopolistas? ¿No es el momento?

Sin embargo, la idea de morosidad es engañosa. ¿Por qué no hablan claramente de quiebra? ¿Qué va a pasar cuando los bancos embarguen los salarios de los obreros que no pueden pagar las hipotecas de sus casas? ¿Qué propuesta tienen los comunistas españoles ante eso? ¿Qué va a pasar cuando la policía se presente en los barrios para echar a los obreros de las casas que no pueden pagar? ¿Qué propuesta tienen los comunistas españoles ante eso? ¿Seguirán redactando comunicados de protesta? ¿Convincentes análisis de la situación concreta y el ciclo que nos toca vivir?

No sólo los capitalistas españoles, tampoco los comunistas españoles esperaban esta crisis y quizá muchos no la esperaban ya nunca más, es decir, creían que la crisis no va con el capitalismo. Sus convincentes comunicados así lo demuestran. Capitalismo es bienestar, progreso y abundancia. Socialismo es miseria, pobreza y escasez.

Hasta el momento hemos visto las crisis por la tele y ahora nos toca que nos vean a nosotros. Estábamos acostumbrados a las crisis en países “de segunda línea”, cuando en realidad estos viven en una crisis permanente y no pueden caer más porque hace tiempo que tocaron fondo. Por eso no esperábamos que empezara por los países económicamente más “fuertes”, Estados Unidos, que son siempre los más débiles. También 1929 empezó en Wall Street.

La crisis nos va a seguir sorprendiendo en el futuro. Ni siquiera somos capaces de imaginarla porque nos gusta pensar que vamos a ser capaces de seguir sobreviviendo como hasta ahora, con nuestras pequeñas crisis cotidianas, cómodas y manejables. Nos gustaría que el propio capitalismo remontara su propia crisis sin sobresaltos, a ser posible con el menor costo posible sobre nuestras agotadas espaldas. ¿Es eso lo que estamos transmitiendo los comunistas españoles a los obreros empobrecidos y amargados?

La falta de memoria histórica nos ha hecho olvidar lo que es una crisis capitalista. Sin ir más lejos, aquí la crisis de 1929 trajo la República de 1931 y la de 1973 trajo la del franquismo, los Pactos de la Moncloa , la transición... ¿O queremos creer que se trata de una crisis económica sectorial? ¿La fase mala del ciclo? ¿Por qué los comunistas españoles no vinculan la salida a la crisis capitalista con la República Popular ? ¿Se ha acabado ya la campaña por la memoria histórica o es ahora cuando debería comenzar?

En nuestros convincentes y sesudos comunicados nos gusta confundir la crisis con sus manifestaciones externas, que es lo más habitual en economía macroeconómica, confundir los efectos con las causas, y tomar como causas lo que sólo son efectos. Para no salirnos del guión, el chiste que tenemos que defender es el siguiente:

a) es una crisis cíclica, un cambio de ciclo del auge a la recesión

b) es una crisis sectorial, afecta a la construcción, está provocada por el bache de la construcción, por la vivienda, por las hipotecas y el ladrillo

c) es una crisis petrolífera, está causada por el aumento de los precios del petróleo en el mercado mundial

d) está causada por la especulación, por las finanzas, por esas burbujas de clases diversas.


Sobre todo espero que a nadie, pero especialmente a los comunistas españoles, se le ocurra decir ninguna de estas barbaridades:

a) vivienda es una palabra muy próxima a vivir; sin vivienda no se puede vivir

b) si el capitalismo no nos da una vivienda, nos impide vivir, nos quita la vida

c) luego si queremos vivir, necesitamos una vivienda y para ello somos nosotros los que tenemos que matar al capitalismo.

Espero que a nadie se le ocurra recordar a estas alturas que el problema de la vivienda en España en su forma actual arranca del decreto Boyer de 1983, la primera medida adoptada por el PSOE nada más llegar al gobierno por vez primera después de la transición.

Espero que a nadie, pero especialmente a los comunistas españoles, se le ocurra decir que la crisis inmobiliaria no es de ahora sino que es consustancial al capitalismo desde sus mismos orígenes, incluso en los países capitalistas más avanzados.

Espero que a nadie, pero especialmente a los comunistas españoles, se le ocurra decir que para la clase trabajadora encontrar una vivienda ha sido una tarea imposible bajo el capitalismo en cualquier país, sobre todo si no nos conformamos con un cualquier vivienda sino que queremos que sea, además, “digna”. ¡Qué vicio el nuestro!

Espero que a los comunistas españoles no se les ocurra alarmar innecesariamente a la gente que no puede pagar su casa diciéndoles que hay 800.000 viviendas vacías (y mucho menos llamar a ocuparlas).

Espero que a los comunistas españoles no se les ocurra decir que en el segundo trimestre de 2008 había 553.900 hogares con todos sus componentes en paro y que sólo en un año esa cifra ha crecido un 46 por ciento.

Pero sobre todo espero que a los comunistas españoles no se les ocurra, a estas alturas, airear los escritos de Engels sobre la vivienda y para ello redactarán sesudos análisis demostrando que están totalmente anticuados.

Espero que a los comunistas españoles no se les ocurra decir que la explotación de la clase obrera y la acumulación de capital no se han fundamentado en la plusvalía exclusivamente sino en el saqueo de una parte muy importante de los salarios de los obreros para pagar el techo bajo el que viven, porque eso son antiguallas de Engels pasadas de rosca.

Espero que a los comunistas españoles no se les ocurra poner a la orden del dia la necesidad imperiosa del socialismo, o lo que es lo mismo, la expropiación de los expropiadores, y que en sus convincentes análisis demuestren que eso hay que dejarlo para más adelante porque los obreros aún no están preparados, no tienen conciencia y demás frases que ellos conocen bien.

Espero que a los comunistas españoles no se den cuenta nunca de que el problema de la vivienda ha puesto a la clase obrera enfrente de dos de sus enemigos más importantes: la propiedad privada del suelo y el capital bancario.

Espero que a los comunistas españoles no se les ocurra exigir ni la nacionalización del suelo ni la inmediata cancelación de las hipotecas y demás deudas bancarias, no sólo de los intereses.

Espero que a los comunistas españoles no se les ocurra recordar que entre la crisis económica de 1929 y la guerra mundial sólo pasaron diez años y dejen bien claro en sus análisis que hoy algo así es impensable.

Y acabo con eso mismo: si los comunistas españoles de hoy hubieran tenido que redactar uno de sus concienzudos comunicados el 2 de setiembre de 1939 lo hubieran titulado así: De nuevo los países poderosos (Alemania) atacan a los débiles (Polonia). No sabríamos que aquello no era una agresión sino que había empezado la Segunda Guerra Mundial. Incluso alguno hubiera dicho: no podemos defender a Polonia porque resulta que el presidente del gobierno era un capitalista enemigo de su pueblo, había cometido atentados varios contra los derechos humanos. Conclusión: los comunistas debemos ser neutrales en esas peleas que nos resultan tan ajenas. En realidad, estamos siendo neutrales ante casi todo. Espectadores del circo mundial. Echemos la culpa a los demás, o quizá mejor, echemos la culpa a la “situación”.

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Crisis de la tiranía mundial del capitalismo


RAÚL VALDÉS VIVÓ
Granma.cu


A la luz de Che Guevara, en medio de la batalla de ideas de carácter nacional y universal, cabe evocar que Fidel pudo concebir el asalto al Moncada, de manera de iniciar la fase victoriosa de la única Revolución cubana, nacida en 1868, por haber asimilado con espíritu creador los principios y las tesis fundamentales del marxismo-leninismo.
Aunque en Cuba no había una crisis económica como la que en 1933 llevó a la clase obrera en masa, con Rubén de líder, mientras Guiteras también luchaba, a la huelga insurreccional contra la tiranía de Machado, existía una crisis política generada por el golpe de Estado reaccionario y proimperialista de Batista.
En símil exacto del Comandante, la hormiguita comenzó a levantarse contra el elefante, hasta vencerlo el Primero de Enero de 1959. Y con el pueblo en el poder, para hacerlo irreversible, los revolucionarios forjaron el Partido. Desde entonces y por siempre el nuestro es el Partido de la unidad basada en los valores y conceptos revolucionarios, sin concesiones ante la presión ideológica del enemigo.
Antes que Lenin, Martí consideró que sin ese Partido único de los revolucionarios, la unión de las masas del pueblo es imposible. Al proponer a Gómez fundarlo, dijo que la alternativa era el partido de la anexión a Estados Unidos, gestado por amos temerosos del pueblo, pues España estaba derrotada.
Ahora no podemos dejar de ver lo que realmente sucede en el mundo. Padecen hambre y derraman su sangre pueblos enteros porque la crisis global tiene en su origen la crisis integral del sistema capitalista, todavía prevaleciente en el planeta, aunque ya su ocaso sea inexorable. Solo los adormecidos por los llamados "tanques pensantes" de Estados Unidos o Europa, no logran apreciarlo. El afán de apresurar la destrucción del capitalismo proviene de su amenaza a la existencia misma del género humano. El dilema no es, como dijo Rosa Luxemburgo en alerta contra el nazismo en gestación, socialismo o barbarie, sino socialismo o nadie. Se ha iniciado la crisis de la tiranía mundial del capitalismo.
Gracias a su régimen socialista, nacido de aquella Larga Marcha del presidente Mao, que tradujo el marxismo al chino, como se dice para significar el molde de las particularidades, apareció una nueva locomotora en la economía mundial, la China dirigida por el Partido de los trabajadores. Ya dejó atrás a la locomotora alemana, la principal de Europa y se acerca a la locomotora más veloz de Asia, Japón, y en unos 15 años alcanzará a Estados Unidos, hasta ahora dominante a escala planetaria. La China del socialismo es capaz de resistir los embates de la recesión en la que se adentran sus socios comerciales como Estados Unidos, Japón y Europa Occidental, y de hacer frente a terremotos como el de Sichuán, adonde acudió la brigada de médicos que también ofrecimos al pueblo norteamericano cuando el Katrina. China no es solo la sede, sino también la virtual campeona de las Olimpiadas que tanto duelen a sus enemigos, y en ella nuestros atletas, abanderados por Raúl, están, como escribió Fidel, ¡a paso de vencedores!
Tampoco es culpable de la crisis global ese pueblo inspirador del nuestro en su resistencia al terrorismo yanki con la invencible Guerra de Todo el Pueblo, ese Vietnam al que el presidente Ho Chi Minh inculcó que el patriotismo es la flor primera en el jardín del marxismo-leninismo.
Con alegría vemos que reagrupan sus fuerzas, mediante la integración inspirada en Bolívar y Martí, los pueblos de Nuestra América para hacer frente a una crisis surgida de la explotación del modo de producción capitalista, bajo el dominio de los monopolios transnacionales, y que ellos no han provocado. La unión de las víctimas es la única manera de evitar nuevos zarpazos de los imperialistas, culpables únicos, junto a oligarquías locales cuyo negocio es la traición, de los muchos males del mundo. Con precisión Fidel califica al capitalismo como madre de las crisis, financiera, económica, hipotecaria, de gobernabilidad, moral, ecológica, ante todo, ideológica. Ellas revelan su impotencia histórica, lo mismo que las guerras preventivas contra Iraq, el pueblo palestino y las amenazas a Irán y al menos 60 oscuros rincones del globo. Las leyes y tendencias de la economía del capitalismo no le permiten ya dominar como antes y acuden a la violencia del fascismo.
La Cuarta Flota, bendecida por los McCain, es provocación mezclada con esa impotencia. Y también los planes demenciales para el fraccionamiento del Estado-nación que al inicio del capitalismo fue el preferido, como lo ilustran Kosovo, la táctica sucia en Bolivia, el Tibet y Taiwán, Guayaquil, Zulia, o Rusia, o distintos países africanos, como antes la Unión Soviética, Checoslovaquia y Yugoslavia.
No provienen esas crisis de factores fortuitos o errores humanos y no la causan los pueblos, sino el sistema que los manipula como a cosas destinadas a consumir. Son crisis de carácter global porque no puede escapar país alguno de sus efectos terribles. Se aprecia con horror en el precio de los alimentos, los medicamentos y el petróleo indispensable en la industria, el transporte, la minería, la agricultura, la biotecnología, la informática, el turismo, los servicios.
Como Marx previó, la ciencia cambia todo el proceso productivo. Hace que sobren por siempre muchos brazos, al elevar la composición orgánica del capital, pero también amplía las filas de los enterradores de la explotación. La pobreza extrema de naciones enteras crea movimientos sociales que se suman a los trabajadores y no faltan científicos honestos en sectores acomodados. Ante todo rechazan la destrucción de la naturaleza y el apego a las guerras, al racismo, a la discriminació n por variados motivos.
Las crisis reflejan el caos y la anarquía económica propios del capitalismo, agudizadas por la doctrina esclavizante neoliberal, subraya Hugo Chávez. Tal condición objetiva impulsa el debilitamiento del dólar, instrumento de estafa impuesto por Estados Unidos para establecer su hegemonía absoluta. Al emitirlo en cantidades que sobrepasan los límites de su economía, minada por el déficit fiscal, debido a los astronómicos gastos de guerra, y el déficit comercial, por comprar más que lo que puede vender, cada dólar vale menos y todo cuanto se cotiza en dólar, eleva su precio.
Continuando cada pueblo hermano sus singulares procesos históricos, ante la crisis del sistema burgués que ha impedido su desarrollo, se unen en una sola fuerza los procesos revolucionarios y reformistas de Nuestra América. Y forjan escudos de su independencia como el ALBA, el MERCOSUR, que gradualmente adquiere ideas de transformació n social, el Banco del Sur, el empleo del petróleo de Venezuela la Libertadora, al inspirarse en Bolívar El Libertador, el gas de la Bolivia que reivindica a Túpac Catari, el aporte del Ecuador de Eloy Alfaro y Manuelita Sáenz, y la Nicaragua que regresa a Sandino, y el apoyo de países que salen de la noche del fascismo como los gigantes Brasil, Argentina, Chile, y los pequeños de inmensa historia, Uruguay, Paraguay y las naciones del mar Caribe.
La teoría revolucionaria, que reafirmará el VI Congreso del Partido, no solo fue indispensable para que la hormiguita pudiera derrotar al elefante, comenzando por destrozar en Cuba sus colmillos de tiranía militar. Gracias al optimismo histórico que brota de nuestra teoría los cubanos vencimos en Playa Girón, la Crisis de los Misiles, la limpia de los bandidos y las misiones internacionalistas. Es el sostén de nuestros épicos Cinco Héroes.
El internacionalismo consustancial a nuestra teoría, por responder a la única clase sin nada que perder que no sean sus cadenas, y por desarrollarse con las fuerzas productivas, la clase obrera, se muestra en corajudas misiones.
Ayer con bravos soldados como los que en Cuito Cuanavale destrozaron el apartheid en el África de Nelson Mandela, aseguraron la independencia de Angola y conquistaron la de Namibia, o rechazaron en Etiopía una invasión gestada por oligarquías cómplices del imperio, o estuvieron al lado de los pueblos de Argelia y Siria, en sus momentos de peligro. Siempre nuestros soldados han luchado junto a combatientes de esos pueblos, también heroicos, y son de sangre los lazos que nos unen.
Hoy, en vez de tropas voluntarias, Cuba despliega la Operación Milagro y envía médicos, maestros, entrenadores deportivos, otras expresiones de nuestro pueblo socialista, que va surgiendo a la par de la construcción en Cuba de una sociedad más justa, racional, científica, ética, en fin, más humana, que lucha contra todo caso de corrupción y despilfarro del trabajo, viendo en el ahorro la fuerza titánica capaz de mover la historia, como enseñan Marx, Engels y Lenin.
Tenemos listos los cañones y al llamado de Raúl de trabajar duro y mejor, peleamos por los frijoles. El Partido y el pueblo analizan los problemas con entera libertad, rasgo que únicamente posee el socialismo, y cambian lo que debe ser cambiado para acabar de salir paso a paso del terrible periodo especial. Así, las asambleas provinciales se desarrollan, con orientaciones certeras de Machado Ventura, Lazo y otros dirigentes.





Nuestra acción se concentra en las prioridades actuales: sustituir importaciones, derrotar el marabú, producir leche y demás alimentos, combatir hasta erradicar las indisciplinas sociales. En el centro está generalizar la retribución socialista según la cantidad y calidad del trabajo. Y ver en esto una estratificació n de los ingresos y elucubrar que desate una lucha de clases, es inconcebible en nadie que sepa el abc del socialismo.
Ningún avance es posible sin conciencia revolucionaria, organización con centralismo democrático, control sistemático, disciplina, espíritu de sacrificio.
La crisis integral del capitalismo confirma que es el momento exacto de nuestra teoría. Lo es también para la construcción partidista. Lenin fijó en su obra ¿Qué hacer? el estudio sistemático de todos los militantes para salir de los métodos artesanales, edificar el Partido de acero y volcarlo a las tareas revolucionarias como Estado Mayor de los trabajadores.
Sin conocimiento de los fundamentos de la teoría revolucionaria es imposible tener militantes cada vez más cultos y preparados para enfrentar la lucha ideológica. De ello depende el fortalecimiento incesante de nuestras organizaciones políticas y de masas para colocarlas a la altura de las maniobras del enemigo, abiertas o encubiertas, y en condiciones de derrotarlas, según siempre ha hecho Fidel. Y ahora más que nunca esas fuerzas serán indispensables para continuar la construcción y salvaguarda del socialismo una vez desaparecida la generación que hizo la Revolución.

Nuestra teoría es ajena a la fraseología revolucionaria, defecto principal que Lenin vio en el trotzkismo, nace de la práctica y vuelve a ella, y no tiene nada de formulario de recetas que pretendan apresar la realidad, sino es guía dialéctica para penetrarla, descubrir sus tendencias y transformarla. Puede haber discrepancias en el pensamiento, pero tiene que haber unanimidad en la acción contra el enemigo, como predican Bolívar y Martí y fundamentan los clásicos del proletariado y sus continuadores contemporáneos.
La mano requiere de cada dedo, enseña Martí, pero lo es por estar ellos unidos, y en tiempo de guerra se vuelve el puño para salvaguardar la causa de Cuba libre.

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BOLIVIA: a la izquierda, ¡No basta ganar elecciones!

Por: Ivan Pinheiro (*)

Para Tribuna Popular TP.- Evo Morales fue consagrado en medio a su mandato, en referéndum convocado por él mismo, con 67% de los votos, o sea, 14% más de cuando fue elegido Presidente en 2005 (53%).
Hasta en la Media Luna, donde brota el separatismo, Evo dividió al electorado: ganó en Pando, empató en Tarija y perdió por poco en Beni y Santa Cruz de la Sierra. Del total de los nueve Departamentos (Estados) de Bolivia, ganó en siete. Aún en los dos en que perdió, tuvo más votos que en 2005. En La Paz que, junto con El Alto, tiene un tercio del electorado nacional, Evo Morales tuvo 83% de los votos.
Dos prefectos (gobernadores) de Departamento tuvieron sus mandatos revocados (La Paz y Cochabamba), ambos de la derecha. Los dos únicos prefectos del MAS (partido de Evo) fueron confirmados (Oruro y Potosí). Por otro lado, fueron también confirmados los cuatro prefectos de derecha de la ³Media Luna² (Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija), que implantan el ³autonomismo², eufemismo para disfrazar el movimiento separatista, dirigido y financiado por el imperialismo.
El noveno Departamento (Chuquisaca, cuya capital es Sucre) sólo votó con relación al mandato presidencial, pues la Prefecta (oposición moderada) había asumido el cargo poco antes del referéndum del 10 de agosto, en función del alejamiento del titular. Aún con la insatisfacció n en Sucre, que se reivindica capital del país, Morales ganó en Chuquisaca con 54%.
El resultado del referéndum es más una prueba de la manipulación de la prensa burguesa mundial. ¿Quién imaginaría que el Presidente boliviano tendría más de dos tercios de confianza popular? ¿Que en Santa Cruz (que hegemoniza el separatismo) , Evo tendría 44% de votos favorables? ¿Se acuerdan del inconstitucional ³referéndum autonómico² (no reconocido por el órgano electoral nacional de Bolivia), en que el prefecto de allá anunció 80% de votos por la autonomía, en un proceso de votación y apuración que no contó con fiscalización del lado contrario ni con observadores internacionales?
La manipulación fue escandalosa como siempre. La impresión era de que el Presidente estaba aislado, exprimido entre la izquierda y la derecha. De hecho, la derecha se aprovechó bien del error táctico de la histórica, unitaria y combativa COB (Central Obrera Boliviana), que forzó una huelga justa por una reivindicació n justa, sólo que en la hora errada (a vísperas del referéndum), abriendo espacio para que sectores sectarios minoritarios recurrieran a formas de lucha inadecuadas para la ocasión (destrucción de puentes con dinamita, para bloqueo de la carretera que cruza el país). Consiguieron dos cadáveres para agitar ³Fuera Evo asesino², con amplia cobertura de la prensa burguesa.
Por increíble que parezca, esos sectores, supuestamente ultra-izquierdistas , predicaban el ³voto castigo² a Evo, bajo la bandera ³Ni Evo ni la oligarquía². Oportunistas, ¡votaron para revocar el mandato del Presidente, para presentarse como alternativa en una nueva elección!
Las oligarquías hicieron un show mediático en torno a la ³huelga de hambre cívica² en la Media Luna, en que saludables jóvenes pequeño-burgueses se acostaban teatralmente en carpas durante el día - asistiendo las Olimpíadas en la televisión ­ descansando de la farra de la madrugada, en que se alimentaban, bebían, enamoraban y se divertían.
La Unión Juvenil Cruceñista (de Santa Cruz), vanguardia violenta de la derecha racista y separatista, no permitió que Evo y Álvaro García Linera (Vicepresidente) hicieran campaña personalmente en la Media Luna, bloqueando carreteras y pistas de aeropuertos. Todas esas acciones, divulgadas como manifestaciones populares, fueron promovidas por los mismos jóvenes fascistas cruceños, financiados por la embajada norteamericana, ayuntamientos locales y mesadas de papás y abuelos. Profesionales, se mueven por toda la Media Luna. No fue sin ton ni son que los ilegales ³referéndums autonómicos² promovidos en la región se dieron en días diferentes, para que esos provocadores pudieran estar en todos, agrediendo e intimidando a la población proletaria, especialmente a la indígena, para no votar.
La revocación del mandato de los dos prefectos de derecha, en departamentos importantes (La Paz y Cochabamba), donde Evo venció aplastadoramente, será una ganancia para el gobierno, que en breve deberá elegir sus candidatos a la elección complementaria. Como fue elegido Presidente, en 2005, más por los pueblos originarios y movimientos sociales de que por estructura partidaria, hasta ahora Morales sólo tenía dos prefectos aliados (Potosí y Oruro).
Con la victoria en el referéndum de 10 de agosto, se desmontó un probable golpe de la derecha que estaba en curso y que podría haber sido retomado inmediatamente después del anuncio de los primeros resultados, si fuesen negativos para el gobierno. El Presidente salió fortalecido. Mejoró su posicionamiento para enfrentar el imperialismo y la oligarquía. Se desmoralizó la manipulación de la prensa burguesa que lo venía caracterizando cómo aislado, física y políticamente, exprimido entre la izquierda y la derecha. A partir de ahora, el Presidente habla más fuerte.
Pero, en la lucha de clases, no hay espacio para ilusiones. La derecha mantuvo sus ciudadelas en la Media Luna, lo que no retira el separatismo del orden del día. La confirmación de sus prefectos ­ aunque con votación bien debajo de la esperada por ellos ­ permite la difusión de una versión del resultado, con un discurso de que hubo un empate. No dejan de tener alguna base para eso. Finalmente, la Media Luna oriental, de mayoría blanca, donde están la pecuaria y los hidrocarburos (petróleo y gas), representa 45% del PIB boliviano y más de un tercio del territorio y de la población del país.
Manipulando el resultado de las urnas, la oligarquía medialunense se radicaliza después del referéndum. Convoca lockout, con nombre de ³huelga cívica². En Santa Cruz, aplican los ³estatutos autonómicos², inspirados en la Constitución de Kosovo, enclave que se tornó país, artificialmente creado bajo el mando del actual embajador norteamericano en Bolivia. Al margen de la Constitución Federal, legislan sobre elecciones, organización de poderes, economía (incluyendo exportación y tributos), creación de instituciones locales (hasta policía propia); osan nombrar unilateralmente autoridades para las reparticiones federales en el Departamento.
El Presidente tiene ahora más aliento y peso político para enfrentar en mejores condiciones los temas coyunturales, como la Ley de Pensiones, el IDH (Impuesto Directo sobre Hidrocarburos) , la nueva Constitución, el separatismo, el tema de la capital del país. Tiene el derecho y el deber de desplazarse para cualquier parte del país, enfrentando, con la seguridad necesaria, las agresiones y obstrucciones que la derecha continuará practicando. Tiene más legitimidad y autoridad hasta para negociar con los Departamentos, lo que no sea cuestión de principio, a partir de una posición más fuerte.
La agenda boliviana los próximos meses va a ser marcada por dos temas que se sobreponen: las autonomías departamentales y el referéndum sobre la nueva Constitución, ya redactada y aprobada por la Asamblea Constituyente específica hace un año. La derecha hará de todo para evitar este referéndum, pues la nueva Constitución viene para consolidar y avanzar cambios progresistas.
La continuidad y el avance del actual proceso de cambios ­ bien definido como una revolución democrática y cultural ­ y la posibilidad de él venir a asumir un carácter socialista van a depender principalmente de la correlación de fuerzas, del nivel de conciencia, organización y movilización de las masas populares, sobre todo de la unidad obrero-campesina. Pero va a depender también de la voluntad política de Evo Morales, de su gobierno y de su partido (MAS), o sea, va a depender de lo que el dirigente del Partido Comunista Boliviano (sigla homónima a nuestro PCB), Marcos Domich, llama de ³golpe de poder², o sea, de la determinación del gobierno de no conciliar más con la violencia de los grupos derechistas y con el separatismo, de retomar el ejercicio del gobierno, de avanzar en medidas para mitigar las injusticias sociales, asegurando tierra a los campesinos y derechos a los trabajadores. Y, sobre todo, de convocar inmediatamente al referéndum popular para la aprobación de la nueva Constitución. El momento es este: la tendencia es de nueva victoria, por amplia mayoría.
Por lo que sentí personalmente en Bolivia, eso es lo que las masas populares esperan de Evo Morales: un gobierno para llamarlo de suyo. Si el Presidente concilia, quedará sin respaldo alguno, ni de los oprimidos ni de los opresores. O renuncia o cae, como un castillo de cartas. Y si opta por avanzar, como se espera, no nos engañemos. La radicalizació n va a aumentar hasta una inevitable ruptura violenta, en que ­ más que la correlación de fuerzas en el terreno estrictamente militar - los obreros, campesinos y trabajadores en general pueden hacer la diferencia.
En la Bolivia de hoy, no hay espacio para la conciliación de clase.



(*) Ivan Pinheiro, Secretario General del Partido Comunista Brasileño (PCB), estuvo en La Paz y Santa Cruz, antes, durante y después del 10 de agosto.



Traducción: Franz Mariscal